Envíos gratuitos

Como evitar el rostro Ozempic

ByMercè Illa

Qué es el rostro Ozempic y cómo evitarlo

Has perdido peso últimamente y te miras al espejo notas que tu cara no se ve como antes. Si la observas la notas más delgada, vacía, apagada o con expresión cansada. No te estás imaginando cosas. Muchas mujeres me escriben con la misma preocupación: “Mercè, he perdido 10, 15 o hasta 20 kilos… ¡y no me reconozco en el espejo!”

Y créeme, no eres la única. Este cambio tiene nombre y cada vez se habla más de él: el rostro Ozempic.

rostro ozempic

¿Qué es exactamente el “rostro Ozempic”?

Es un término que se ha vuelto común para describir el estado del rostro de las personas que han perdido peso muy rápido, especialmente al usar inyecciones como Ozempic, Wegovy o Mounjaro.

Estos medicamentos, aunque están diseñados originalmente para tratar la diabetes tipo 2, se usan también para adelgazar… con un resultado muy visible: pierdes peso corporal, sí, pero también grasa facial.

Esa pérdida se nota enseguida en el rostro: menos volumen, menos firmeza, y una expresión que puede parecer triste y más envejecida de lo que realmente eres. I, seamos honestas… a ninguna mujer le gusta parecer mayor de lo que es. Y menos cuando ha trabajado tanto por sentirse bien consigo misma.

¿Cómo se manifiesta?

Tu cara puede empezar a verse:

  • Con mejillas hundidas
  • Con ojeras más marcadas
  • Con arrugas más visibles
  • Piel más fina, seca o flácida
  • Apagada, sin la luminosidad

Todo eso ocurre porque la piel no ha tenido tiempo de adaptarse al cambio. El cuerpo baja de peso, pero el rostro muchas veces se queda atrás.

¿Por qué ocurre?

Adelgazar puede ser un logro enorme, y hay que celebrarlo. Pero es cierto que cuando el cambio es muy rápido, la piel —sobre todo la del rostro, que es más delicada— no alcanza a adaptarse de forma natural tan rápido.

Lo que suele pasar es:

  • Perdemos grasa subcutánea, el tegumento natural del rostro
  • Aumenta la deshidratación
  • Se reduce el colágeno
  • Disminuye la elasticidad
  • Y como consecuencia, la piel se ve más cansada o envejecida

Lo ideal sería empezar a cuidar el rostro desde antes de iniciar este tipo de tratamientos, o al comienzo del proceso de pérdida de peso. Así, podemos minimizar el impacto en la piel y ayudarla a adaptarse mejor al cambio.

Por la experiencia de este último año, han sido varias las clientas que, con total confianza, me contaron que iban a empezar este tipo de tratamientos para perder peso, pudimos anticiparnos. En seguida cambié por completo tanto la rutina de skincare en casa como los tratamientos faciales que hacíamos en cabina, adaptándolos a esa nueva etapa. Y la verdad es que los resultados han sido excelentes. La piel apenas notó el impacto, y eso marcó la diferencia. De hecho, justo el otro día, una de ellas me decía que notaba claramente cómo su piel estaba mucho mejor que la de otras personas de su entorno que habían hecho el mismo tratamiento de adelgazamiento pero que no cuidan su piel.

Prevenir siempre es mejor que reparar. Y acompañar a la piel desde el inicio, aún más.

Pero si ya estás en el proceso y notas los efectos… no es tarde. La piel tiene memoria y capacidad de regeneración.

Ingredientes que tu piel va a agradecer

Si sientes que esto te está pasando, hay activos cosméticos que pueden ayudarte a restaurar el equilibrio, devolver firmeza y aportar luminosidad. Estos son algunos que te pueden ayudar:

  • Silicio orgánico: estimula la producción de colágeno y elastina.
  • DMAE: recuperación de firmeza.
  • Ácido hialurónico: Hidratación profunda y efecto relleno inmediato. Ayuda a “rellenar” ópticamente la piel desde el primer uso.
  • Péptidos biomiméticos: Estimulen la reparación i la regeneración celular. Retinoides (retinol o bakuchiol): Favorecen la renovación celular, mejoran textura y tono. Si tienes piel sensible, empieza por el bakuchiol.
  • Vitaminas: Protegen contra el envejecimiento por estrés oxidativo y mejoran la luminosidad.
  • Y por supuesto… protector solar. Obligatorio. Sin excusas. La piel que ha perdido volumen es más vulnerable a los daños del sol.

Hábitos que suman (más de lo que crees)

Además del skincare, hay pequeños gestos diarios que te ayudarán a que tu piel se recupere más rápido:

  • Masajes faciales diarios
  • Dormir bien y sin pantallas antes de acostarte
  • Beber suficiente agua
  • Incluir colágeno, omega-3 y antioxidantes en tu dieta

Todo suma. Y tu piel lo nota.

¿Cuándo es momento de pedir ayuda?

Si sientes que tu rostro ha cambiado mucho en poco tiempo, si los productos que usabas ya no te funcionan o simplemente no sabes por dónde empezar… es el momento de dejarte acompañar por tu facialista.

Una asesoría personalizada puede ayudarte a:

  • Ver exactamente qué necesita tu piel hoy
  • Rediseñar tu rutina skincare facial con productos adecuados a tu piel y presupuesto
  • Aprender cómo cuidarte sin volverte loca y de forma consciente
  • Y, sobre todo, volver a sentirte a gusto cuando miras tu cara en el espejo.

Perder peso no debería castigarte el rostro. Tu piel también está en un proceso de transformación, y merece cariño, calma y buenos cuidados. Es el momento perfecto para agendar tu asesoría skincare personalizada y comenzar a acompañar a tu piel en esta nueva etapa.

Estás cambiando por fuera… pero también puedes sentirte bien por dentro. Y tu piel puede volver a reflejarlo.

Un abrazo,

Mercè 🖤

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *